Novios Literarios 2° - Los sarcásticos

¡Hola! ^^

Hoy les traigo la segunda parte de mis crushes literarios y he escogido la más estereotipada y gastada del mundo: Los chicos sarcásticos.

Yo sé que hay de estos en todas partes, pero pienso que como son tan utilizados, los favoritos tienen que tener cierto mérito. Me refiero a que sobresalieron del montón. Eso es genial.

Además, ¿quién no disfruta de un ardiente chico malo? ;)

Bones

de Saga Night Huntress, por Jeaniene Frost.

Gatita, debes tomar una decisión. O nos quedamos aquí y nos contenemos, o nos marchamos ahora y te prometo —su voz se tornó mas ronca y las palabras cayeron contra mis labios—, si nos marchamos ahora, no voy a contenerme.

Jace *omito el apellido*

de The Mortal Instruments, por Cassandra Clare.

—Bueno, no voy a besar al mundano —dijo Jace—. Prefiero quedarme aquí y pudrirme.  —¿Para siempre? —dijo Simon—. Para siempre es un terriblemente largo tiempo.  Jace alzó las cejas. —Lo sabía —dijo—. Tú quieres besarme, ¿no es así?

Damon Salvatore

de The Vampire Diaries, por L. J. Smith.

—Oh, no, querido hermano, nunca miento sobre algo importante. ¿O quiero decir sin importancia? De todos modos, tu bella doncella casi se desmayó en mis brazos. Creo que le gustan los hombres en negro —Como Stefan lo miró fijamente, tratando de controlar su respiración, Damon añadió, casi con suavidad—. Estás equivocado acerca de ella, ya sabes. Crees que es dulce y dócil como Katherine. Ella no lo es. Ella no es tu tipo en absoluto, mi santo hermano. Tiene un espíritu y un fuego en ella con el que no sabrás qué hacer. —Entonces imagino que tú sí. Damon sonrió. —Por supuesto.

Sam Donovan

de Mr. Perfect, por Linda Howard.

—Creí que eras un alcohólico.   —¿Un alcohólico?   —Ojos inyectados en sangre, ropa sucia, volviendo a casa a altas horas de la madrugada, haciendo un montón de ruido, malhumorado todo el tiempo, como si tuvieras resaca... ¿Qué más podía pensar?   Él se frotó el rostro. —Lo lamento, no estaba pensando. Debí haberme bañado, afeitado y puesto un traje antes de venir a decirte que hacías ruido suficiente para levantar a los muertos.

Percy Jackson

de Percy Jackson and The Olympians, por Rick Riordan.

Todo lo que podía pensar era en que los maestros debieron encontrar el alijo ilegal de dulces que había estado vendiendo fuera de mi habitación. O tal vez se habían dado cuenta de que saqué mi ensayo de Tom Sawyer del Internet sin tener que leer el libro y ahora iban a quitarme la nota. O peor aún, hacerme leer el libro.

Raphael

de El Gremio de los Cazadores, por Nalini Sigh.

—¿Te das cuenta que ahora tus alas son incluso más únicas?  —¿Estás diciendo que me disparaste con un fin estético?

Cam Briel 

de Oscuros, por Lauren Kate

—¡Ha sido un placer!  Ella se volvió.  —¿El qué?                                                                                                 . Él sonrió y apretó el acelerador. —Salvarte la vida.

Luc Cain

de Personal Demons, por Lisa Desrochers.

—Podríamos trabajar en nuestro esquema de Inglés —le digo, y casi no puedo contener la risa.  —¿En serio? ¿Esa es tu idea de una cita caliente? —Lo siento, no me di cuenta que estábamos en una cita caliente —Y esta vez no puedo contener la risa cuando ella se encoge—. ¿Así que, qué tan caliente te gustaría? Porque yo soy capaz de todos los niveles de calor. Desde Cálido-Luc, hasta —y estoy siendo literal aquí— Más ardiente que el infierno.

William  Herondale

de The Infernal Devices, por Cassandra Clare.

—Te voy a dar un consejo. El sujeto joven y guapo que está tratando de rescatarte de un destino horrible no se equivoca nunca. Ni siquiera si él dice que el cielo es de color púrpura y está hecho de erizos.

Simon Parker

de Wallbanger, por Alice Clayton.

—Ya he terminado con fácil. —Debes imprimir eso en una postal. —Imprime este: ¿Por qué todavía tienes la ropa puesta?

Noah Hutchins

de Pushing the Limits, por Katie McGarry.

—Escribí sobre la persona que más amo, mi hermano mayor, Noah. No vivimos juntos así que escribí lo que me imagino que hace cuando no está conmigo.  —¿Y qué es eso? —pinchó el hombre corpulento.  —Es un superhéroe que salva a las personas en peligro, porque nos salvó a mi hermano y a mí de morir en un incendio hace un par de años. Noah es mejor que Batman.  La multitud se rió entre dientes.  —Te quiero, también, hermanito.

Dankmar Walker

de Existence, por Abbi Glines.

—Me tientas. No puedo ser tentado. No estoy hecho para serlo, pero, Pagan Moore, me tientas. Desde el momento en que llegué me atrajiste. Todo de ti. —Una de sus manos salieron de mi cintura y se trasladaron hasta acariciar suavemente mi brazo—. Tú me haces loco con necesidad. Con deseo. No lo entendía en el principio. Pero ahora lo sé. Es tu alma llamándome. Las almas no significan nada para mí. No se supone que lo hagan. Pero la tuya se ha convertido en mi obsesión.

Daemon Black

de Obsidian, por Jennifer L. Armentrout.

—No creo que pretendiese besarme —dije finalmente.  —¿Qué? ¿Acaso se deslizó y cayó en tu boca? Esas cosas son sabidas de ocurrir.

Y esos son todos. *Y sí, hice trampa con Noah, pero morí cuando releí esa frase así que tuve que ponerla*

Ya saben, si alguno les ha llamado la atención, ¡Corran a leer el libro!